Cuando pensamos en marketing digital, lo hacemos asumiendo fundamentalmente el aspecto visual de un producto o servicio. Centramos nuestra atención en contenidos, imágenes y otros elementos, que evidentemente, impactan nuestros ojos. Sin embargo, la nueva forma de pensar en el marketing es el denominado enfoque sensorial.
Se trata de una forma de concebir nuestros productos con una caracterización integral que abarque su totalidad. Si tenemos algo que ofrecer, no podemos limitarnos a una exposición limitada. Debemos aprovechar todas las posibilidades. Es aquí que entra el concepto integral del marketing sensorial.
¿Qué es el marketing sensorial?
Nuestro título de hoy habla de esa vieja historia. La de los sentidos y su impacto en la comercialización de productos y servicios. Cuando hablamos de sensorial, hacemos necesaria referencia a la manera en la que la memoria trabaja. Acumulamos experiencias que se relacionan con la vista, el tacto, el oído, el olfato y el gusto. Así que un marketing basado en ese concepto, simplemente es el que aprovecha la presencia de sensaciones para mejorar la percepción de los usuarios.
Por ejemplo, pasamos por un stand en un supermercado, vemos un producto que llama nuestra atención. Lo primero que notamos es su empaque, sugestivo de lo que nos comeremos.
En el stand, se calientan unas pequeñas tartas recién horneadas. Después, una impulsadora, nos invita a degustar el producto, lo tomamos en nuestras manos y sentimos que es esponjoso y suave.
Finalmente lo comemos y descubrimos una necesidad imperiosa de llevarlo en nuestro carrito de compras. Como ves, utilizamos nuestros 5 sentidos. O mejor dicho, el marketing se aprovechó de esa circunstancia.
Pero… ¿Cómo aplicamos el marketing sensorial en una estrategia digital?
Esto es el centro temático de nuestro artículo, se trata de un concepto integral y como tal, comprendemos que resulta imposible incorporarlo en las redes sociales. Sea cual sea el mecanismo que elijamos, siempre nos conseguimos con alguna concepción en torno a la imposibilidad de estimular todos los sentidos.
Pues, esto es falso, si podemos y el proceso es interesante y sobre todo, creativo. A continuación te explicamos cómo puedes incorporar cada parte de tus sentidos a una estrategia funcional de marketing sensorial.
El funcionamiento del marketing sensorial.
Por supuesto que dirás que todo el proceso debe ser presencial, pero antes, permítenos explicarte un poco el funcionamiento de la memoria operativa. Se trata de un mecanismo interconectado en el cerebro que trabajo en relación con la percepción. Percibimos imágenes, no solo visuales, sino en general, de carácter sensorial.
Posteriormente, las acumulamos en nuestra memoria. Cuando volvemos a sentir o percibir un olor, un sabor, una textura, un sonido, de inmediato sucede un proceso de evocación, es decir, recordamos y de hecho, es posible que veamos una perfecta reproducción del elemento recordado. De hecho, puede que hasta salivemos pensando en volver a consumir ese producto.
Pero, sin duda pensaras y ¿Cómo se relaciona eso con otros productos que no sean comestibles? Y tienes razón, la cuestión es que ese mecanismo no solo se aplica a una comida. Funciona de hecho con toda experiencia de vida. De nuevo el ejemplo: una flor con un olor particular, nos recuerda nuestro primer día de escuela. Puedes apreciar esos detalles con casi todo.
El funcionamiento del marketing sensorial en una estrategia para el área de asistencia esotérica.
Entrando en materia, te diremos que ofreces un servicio. Uno que compone además, un espacio particular. Cuando una persona accede a tu sitio, busca orientación sobre su propia vida. Por supuesto que la misma esta plena de recuerdos que son la materia prima de este tipo de estrategias sensoriales.
Entonces veamos cada uno de los sentidos y tratemos de comprender su utilidad en este contexto:
- Visión. El más sencillo y directo de todos. Las imágenes funcionan como un disparador de emociones. El marketing convencional se basa en este sentido, más que en ningún otro. Desde los contenidos escritos, hasta las imágenes optimizadas.
- Audición. Otro clásico, porque es sencillo incluir sonidos en tus estrategias digitales. Pero, existen trucos, porque la idea es provocar una sensación integral. Sonidos que manejan el ambiente y ponen el tono necesario para abordar los temas que te interesa presentar.
- La cosa empieza a complicarse e imagino que esperabas este momento. Pues bien, aun cuando se piensa que pronto tendremos oportunidad de tener un software especializado en olores, no contamos con el mismo, todavía. Así que lo ideal es evocar en un contexto integral, a través de las palabras. Pero, puedes ser más directo y recomendar por ejemplo, alguna esencia de un olor particular para mejorar las energías del usuario. De inmediato, el proceso se activa y la memoria olfativa funciona.
- Tacto. Igual de difícil al anterior, pero de similar factura. Simple, los contenidos pueden diseñarse de tal manera que se haga necesario acudir a imágenes de elementos táctiles. Combinaciones en el teclado, sonidos que hagan al usuario realizar acciones para mantener su atención.
- Gusto. Es similar a los anteriores, pero la creatividad es el límite. Puedes contactar con una empresa que distribuya algún tipo de folleto en el que incluya algún producto comestible como parte de una promoción. Te centrarás en un elemento cercano a tu ámbito de acción y eso mejorará tu imagen de marca.
Como puedes apreciar, no se trata de dificultades imposibles, sino de imaginación y creatividad. Es un campo en el que puedes explorar tal diversidad de alternativas que te mantiene además, en contacto con tus clientes objetivos. Sí deseas mas orientación al respecto, entra aquí y solicita asesoría en ese tema y muchos más.